LA OBRA DE UNA GRAN ESCRITORA: KATHERINE MANSFIELD
Katherine Mansfield/Cuentos completos/Obra traducida por Clara Janés y otros/
Barcelona: Alba Editorial, 2001, (777 Págs).
Leer la obra narrativa completa de Katherine Mansfield, una de las mejores escritoras del
siglo XIX, que llevó el cuento moderno a su más alta expresión, haciendo de éste un
fragmento con vida propia, es una gran experiencia para cualquier lector que quiera ahondar
en el misterio de esta literatura.
Considerada discípula de Antón Chéjov, tuvo un talento indiscutible para mostrar esas
corrientes subterráneas que surgen tras los acontecimientos cotidianos más allá de las palabras con gran sentido poético. Precursora además de la literatura femenina que explora las situaciones límites de opresión y aislamiento que vivenlas mujeres en medio de una sociedad machista y que padecen de esa enfermedad incurable de “ser sólo el sueño de lo que pudieron ser”, como afirma acertadamente AnaMaría Moix, en el prólogo de esta edición.
Nacida en Wellington, Nueva Zelanda (1888), hija de prósperos comerciantes, se formaría en
Inglaterra bajo la tutela de sus padres. Pero desde que se casó siendo muy joven con un cantante
al que abandonó la misma noche de bodas, su vida sentimental estuvo marcada por múltiples
fracasos que lastimarían su autoestima y la llevarían a abortar a su hijo en un balneario de
Baviera, siendo también desheredada por sus padres. Finalmente, se casaría con John
Middleton Murry, crítico literario y Director de la revista de vanguardia Rhythm, quien la
apoyó hasta su muerte, cuando apenas tenía treinta y cuatro años, víctima de la tuberculosis.
Pero esa carga de adversidad, la haría aferrarse a la literatura buscando editores para sus
libros y sufriendo las vicisitudes de su propia personalidad, incapaz de representarse a sí misma
como la mujer talentosa e inteligente que era. Esto le ocasiona un implacable sentido de
autocrítica, que la lleva a negarse a reimprimir su obra, a pesar del éxito alcanzado con su
primer libro En un balneario alemán (1911), serie de relatos sobre la estadía en una casa de
huéspedes.
Sin embargo, la calidad de su obra jamás nunca declinaría y cada producción suya era plenamente
recibida por los círculos artísticos e intelectuales de la época (el grupo de Bloomsbury, T.S.
Eliot, Bertrand Rusell, Aldous Huxley, D.H Lawrence). Aunque fue personalidad, -un tanto
desequilibrad- trascendió siendo objeto de estudios biográficos, que han servido de
inspiración a escritores como D.H. Lawrence y Aldous Huxley, y, siendo incluso protagonista
de una novela que sobre su vida escribió Nelia Gardenr White: La hija del tiempo.
Pero Mansfield nos deja una obra totalmente auténtica y original. En total, setenta y tres
cuentos y quince fragmentos felizmente reunidos en este volumen. Luego de su primer libro,
vendrán una serie de relatos: Preludio (1916), Felicidad y otros cuentos (1921) y Fiesta en el
jardín y otros cuentos (1922). Posteriormente las series, El nido de la paloma y otros
cuentos (1923), Algo infantil y otros cuentos (1924), publicadas póstumamente, además de
su Diario (1933) y sus Cartas (1934).
Su obra narrativa expresa de manera ejemplar escenas o cuadros familiares o escenas conyugales, donde elsilenciamiento, la soledad, la incomprensión, la automarginación y el aislamiento, o las falsas
expectativas, muestran a seres que conviven con los demás en situaciones convencionales, o
abiertamente conflictivas, que los hace sentir íntimamente insatisfechos con lo que el mundo
les ofrece. Así, aunque actúen de manera satisfactoria dentro de un orden o en circunstancias
anodinas, su situación psicológica va revelando otra realidad correspondiente a una situación psicológica que se impone en el relato y que los hace actuar de manera impredecible.
Veamos por caso a la señorita Breryl (Preludio), quien se muda junto a la familia de su hermana, a
una casa de campo, tiene sueños recurrentes y escribe cartas y dice cuanto se aburre. Juega
frente al espejo a ser otra persona, pero se siente falsa hasta cuando se queda a solas consigo
misma. Su drama personal es la conciencia de su propio ser escindido. También veamos el caso de Fräulen Sonia Godowska (El espíritu moderno), una actriz alemana que improvisa parlamentos,
exhortando al público a ir por los bosques con trajes ligeros. Aunque se identifica con la obra
de todos los grandes autores, no pierde la ocasión de buscar la solución en el matrimonio,
tirando por la borda sus sueños de independencia.
Cuando una niña es explotada míseramente en el servicio doméstico (La Niña que
estaba cansada) con un trabajo en exceso pesado, debiendo cuidar a dos niños malcriados,abrumada por el maltrato y el cansancio, ocurre lo más inesperado: cubrirá el rostro del más pequeño con una almohada, apretando con toda sus fuerzas, e imaginando a la criatura como un pato degollado. En otro cuento, los jóvenes amantes Edna y Henry (Algo infantil y otros cuentos), se juran amor
etern y permanecen dentro de una fantástica burbuja de felicidad. Pero cuando todo parece
realizarse, deciden separarse de manera paradojal. Así, existe siempre los personajes viven una distancia entre el deseo y la realidad que los hace fracasar produciendo un efecto de desolación, que queda
finalmente como el verdadero argumento de la historia.
Este conflicto interior, con el sentimiento de desarraigo y de vacío, es propio del espíritu
moderno de principios del XX, época en la que el artista se ve impelido a marginarse de un
mundo que hace del desarrollo material su propio ideal, y trata de encontrar su propio
equilibrio interior refugiándose en un mundo espiritual muchas veces ilusorio. Así, los
personajes de Mansfield, luchan por sentirse vivos, en medio del bullicio general, y ella nos lo
muestra casi sin nombrarlo, plasmando ante los ojos del lector, los acontecimientos que
comunican su propia fuerza expresiva. Es sin lugar a dudas, una escritora fuera de serie y una
maestra indiscutible del género.
Nelly Rocío Amaya Méndez, periodista cultural.
(Publicada originalmente en Sabanet/22.02.2007
Barcelona: Alba Editorial, 2001, (777 Págs).
Leer la obra narrativa completa de Katherine Mansfield, una de las mejores escritoras del
siglo XIX, que llevó el cuento moderno a su más alta expresión, haciendo de éste un
fragmento con vida propia, es una gran experiencia para cualquier lector que quiera ahondar
en el misterio de esta literatura.
Considerada discípula de Antón Chéjov, tuvo un talento indiscutible para mostrar esas
corrientes subterráneas que surgen tras los acontecimientos cotidianos más allá de las palabras con gran sentido poético. Precursora además de la literatura femenina que explora las situaciones límites de opresión y aislamiento que vivenlas mujeres en medio de una sociedad machista y que padecen de esa enfermedad incurable de “ser sólo el sueño de lo que pudieron ser”, como afirma acertadamente AnaMaría Moix, en el prólogo de esta edición.
Nacida en Wellington, Nueva Zelanda (1888), hija de prósperos comerciantes, se formaría en
Inglaterra bajo la tutela de sus padres. Pero desde que se casó siendo muy joven con un cantante
al que abandonó la misma noche de bodas, su vida sentimental estuvo marcada por múltiples
fracasos que lastimarían su autoestima y la llevarían a abortar a su hijo en un balneario de
Baviera, siendo también desheredada por sus padres. Finalmente, se casaría con John
Middleton Murry, crítico literario y Director de la revista de vanguardia Rhythm, quien la
apoyó hasta su muerte, cuando apenas tenía treinta y cuatro años, víctima de la tuberculosis.
Pero esa carga de adversidad, la haría aferrarse a la literatura buscando editores para sus
libros y sufriendo las vicisitudes de su propia personalidad, incapaz de representarse a sí misma
como la mujer talentosa e inteligente que era. Esto le ocasiona un implacable sentido de
autocrítica, que la lleva a negarse a reimprimir su obra, a pesar del éxito alcanzado con su
primer libro En un balneario alemán (1911), serie de relatos sobre la estadía en una casa de
huéspedes.
Sin embargo, la calidad de su obra jamás nunca declinaría y cada producción suya era plenamente
recibida por los círculos artísticos e intelectuales de la época (el grupo de Bloomsbury, T.S.
Eliot, Bertrand Rusell, Aldous Huxley, D.H Lawrence). Aunque fue personalidad, -un tanto
desequilibrad- trascendió siendo objeto de estudios biográficos, que han servido de
inspiración a escritores como D.H. Lawrence y Aldous Huxley, y, siendo incluso protagonista
de una novela que sobre su vida escribió Nelia Gardenr White: La hija del tiempo.
Pero Mansfield nos deja una obra totalmente auténtica y original. En total, setenta y tres
cuentos y quince fragmentos felizmente reunidos en este volumen. Luego de su primer libro,
vendrán una serie de relatos: Preludio (1916), Felicidad y otros cuentos (1921) y Fiesta en el
jardín y otros cuentos (1922). Posteriormente las series, El nido de la paloma y otros
cuentos (1923), Algo infantil y otros cuentos (1924), publicadas póstumamente, además de
su Diario (1933) y sus Cartas (1934).
Su obra narrativa expresa de manera ejemplar escenas o cuadros familiares o escenas conyugales, donde elsilenciamiento, la soledad, la incomprensión, la automarginación y el aislamiento, o las falsas
expectativas, muestran a seres que conviven con los demás en situaciones convencionales, o
abiertamente conflictivas, que los hace sentir íntimamente insatisfechos con lo que el mundo
les ofrece. Así, aunque actúen de manera satisfactoria dentro de un orden o en circunstancias
anodinas, su situación psicológica va revelando otra realidad correspondiente a una situación psicológica que se impone en el relato y que los hace actuar de manera impredecible.
Veamos por caso a la señorita Breryl (Preludio), quien se muda junto a la familia de su hermana, a
una casa de campo, tiene sueños recurrentes y escribe cartas y dice cuanto se aburre. Juega
frente al espejo a ser otra persona, pero se siente falsa hasta cuando se queda a solas consigo
misma. Su drama personal es la conciencia de su propio ser escindido. También veamos el caso de Fräulen Sonia Godowska (El espíritu moderno), una actriz alemana que improvisa parlamentos,
exhortando al público a ir por los bosques con trajes ligeros. Aunque se identifica con la obra
de todos los grandes autores, no pierde la ocasión de buscar la solución en el matrimonio,
tirando por la borda sus sueños de independencia.
Cuando una niña es explotada míseramente en el servicio doméstico (La Niña que
estaba cansada) con un trabajo en exceso pesado, debiendo cuidar a dos niños malcriados,abrumada por el maltrato y el cansancio, ocurre lo más inesperado: cubrirá el rostro del más pequeño con una almohada, apretando con toda sus fuerzas, e imaginando a la criatura como un pato degollado. En otro cuento, los jóvenes amantes Edna y Henry (Algo infantil y otros cuentos), se juran amor
etern y permanecen dentro de una fantástica burbuja de felicidad. Pero cuando todo parece
realizarse, deciden separarse de manera paradojal. Así, existe siempre los personajes viven una distancia entre el deseo y la realidad que los hace fracasar produciendo un efecto de desolación, que queda
finalmente como el verdadero argumento de la historia.
Este conflicto interior, con el sentimiento de desarraigo y de vacío, es propio del espíritu
moderno de principios del XX, época en la que el artista se ve impelido a marginarse de un
mundo que hace del desarrollo material su propio ideal, y trata de encontrar su propio
equilibrio interior refugiándose en un mundo espiritual muchas veces ilusorio. Así, los
personajes de Mansfield, luchan por sentirse vivos, en medio del bullicio general, y ella nos lo
muestra casi sin nombrarlo, plasmando ante los ojos del lector, los acontecimientos que
comunican su propia fuerza expresiva. Es sin lugar a dudas, una escritora fuera de serie y una
maestra indiscutible del género.
Nelly Rocío Amaya Méndez, periodista cultural.
(Publicada originalmente en Sabanet/22.02.2007
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