ABECEDARIO DE UNA VIDA, Czxlaw Milosz
CZSLAW
MILOSZ
ABEDEDARIO,
DICCIONARIO DE UNA VIDA. México:
Fondo de Cultura Económica, 2003. 352 págs.
Tema: autobiografía
EL MOSAICO DE UN POETA
Este diccionario de la vida de
uno de los poetas de la conciencia trágica más importantes del siglo XX, nacido
en Lituania (1911) y Premio Nobel en 1980, es un recuento alfabético del universo personal y
literario de Milosz, que logra de esta manera, una eficaz relación de temas,
lugares, personajes o circunstancias que movieron su época y dejaron alguna
huella en su vida.
Desde su vida de estudiante en
Vilna, en su pueblo natal, a donde le llegaban
ecos de guerra y revolución desde Francia, Italia, Suiza, Bélgica,
Holanda, y de América, los lazos con su “yo” antiguo y provinciano, como su
lengua polaca, los personajes que conoció en las tradiciones de las sociedades
secretas, que se mantuvieron activas en todo el periodo de entreguerras, y
muchas otras experiencias que va relacionando, nos muestran su pensamiento, su
formación humanística y literaria con propia trayectoria humana.
Así, sabemos de su interés por
la experiencia de los judíos polacos en el exilio, como Abrasz, el estudiante
que estudiaba en la Sorbona
cuando la revuelta de mayo de 1968 y terminó por suicidarse. Además de su
propia experiencia en los Estados Unidos, a donde perteneció a la Academia Americana
a través del Institute of Arts and Letters, al lado de intelectuales y
escritores como Milan Kundera o Yevgeni Yevtushenko, y otros escritores de
origen eslavo.
También el tema de la muerte y
del tiempo, inspirado en “El paraíso perdido” de John Milton o “El jardín de
las Delicias” del Bosco, los hace objeto de reflexión permanente, ya que para
el poeta, la muerte y la fugacidad de la vida, atentan contra nuestro ser, con
lo cual afirma el valor del acto creador de la poesía -incluso después de
Auschwitz- dominado por el sosiego en medio una tradición azotada desde siempre
la borrachera, pues “la literatura y el arte mitigan el dolor, embelleciendo
las cosas y protegiendo al individuo, siendo una rebelión del cuerpo contra la
destrucción”.
Por ello encuentra positivo
las tradiciones orientales como el budismo, al servir de contrapeso a los
procesos de desintegración en los que viven inmersos la poesía y el arte,
actuando contra la sensación de pérdida del sentido de la vida al lado de otras
tradiciones religiosas, sin dejar de criticar aquello que hace la hace
insoportable con las condiciones en las que se reproduce. Así, en el comunismo, porque se inculpa
cualquier acto de libertad como traición y se vive bajo sospecha de injusticia
(y la importancia y universalidad de la literatura rusa de Dostoviewsky o
Máximo Gorki estará en develar esa compleja condición humana). Pero también,
dentro del capitalismo occidental, donde impera ley del más fuerte, lo que le
parece un atentado contra la dignidad humana, como bien lo profetizara George
Orwell en su momento.
Poco a poco y en el orden que
nos plazca, vamos conociendo personajes y experiencias de Europa y América, las
diferentes culturas, los escritores que admira (Baudelaire, Eliot, Joyce,
Balzac, Rimbaud, Robinson Jeffers, Schopenhauer o Susuki), o su antipatía por
Simone de Beavoir (a quien no le perdonó su vileza y la de Sartre en la cacería
contra Camus, plasmada en una de sus novelas), o su escepticismo por la
sinceridad de la obra de un poeta admirado como
Robert Frost.
Finalmente, tenemos el
testimonio de una biografía, cuyo valor está, en reconstruir toda una época con
la que coincidió una vida determinada. Es especialmente valioso al tratarse de
un gran poeta que se atrevió a decir en la Varsovia del año 1990 que el comunismo ruso había
sido un sistema igual de criminal que el nazismo. Alguien a quien lo conmovió
siempre esa sed de conocimiento que se prolonga más allá de las fronteras y de
la muerte. NELLY ROCIO AMAYA MÉNDEZ.
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