EL MAESTRO DE ESCRIGMA, Arturo Pérez-Reverte
El
maestro de esgrima
Arturo Pérez-Reverte
Madrid, Santillana, 2001 (378 pp.)
UN HIDALGO EN
BUSCA DE LA PERFECCIÓN
Esta, una de las primeras novelas del
escritor y periodista cartagenero (1951), autor también de El Húsar o El Club de Dumas, o la Tabla de Flandes, es una historia sobre la
extinción de los valores caballerescos en medio de la decadencia política de
una sociedad monárquica hundida en la
corrupción y la mediocridad, que durante el gobierno de Isabell II y la decadencia
borbónica, dio paso a la ola
revolucionaria de 1848 y al cambio hacia un régimen republicano.
Con características propias de la
novela de aventuras y policiaca, y un excelente estilo literario que combina
diferentes géneros, su protagonista, Jaime Astarloa, es un consagrado maestro
de esgrima, el más destacado en París en su época, inventor de una estocada
maestra que le dio gran renombre y quien sin quererlo, se ve indirectamente
implicado en una serie de asesinatos cuyos motivos desconoce, en medio de
intrigas y conspiraciones políticas. El, quien se dedica a redactar un Tratado
sobre el Arte de la esgrima, mientras persiste en la búsqueda de la estocada
perfecta, de su “Grial” que lo llevará a la cima de su arte, imparte clases a
aristócratas decadentes como el Marqués de los Alumbres, Luis de Ayala,
Diputado y exiguo secretario en el Ministerio de la Gobernación, y otros
“caballeros” de reputación dudosa, para poder subsistir. Pero además, distrae
su soledad, con un grupo de contertulios, gente modesta que defiende ideas libertarias,
radicales, federalistas o masónicas y ventilan sus ideas políticas a favor o en
contra del cambio liderado por el legendario Prim.
Sin embargo, el maestro se mantiene al
margen con ideas propias sobre el valor, la nobleza, la violencia, la sabiduría,
cuya ética y mística caballeresca lo hace desentonar en aquel ambiente con
aires de modernidad. La inesperada visita de una mujer quien le solicita le
enseñe su estocada -lo cual rompe los códigos de la época- además de ser excelente tiradora, reviven en
el maestro los sentimientos del amor. El
se resiste a sus encantos pues la ama, y ella se involucra con Marqués de los
Alumbres. Este le confía al maestro unos documentos, y poco después aparece
muerto por una estocada. Cuando Jaime de
Astarloa todavía no se repone del golpe de su discípulo y es interrogado por la Policía, aparece el
cadáver de una mujer que parece Adela de Otero. Pero luego muere un amigo
periodista a quien le había confiado el misterio del sobre, con una lista de
conspiradores. El maestro se ve en peligro de muerte y vela sus armas en espera
de los asesinos, pero aparece la propia Adela de Otero, quien le revela su
culpabilidad y pide una carta en la que se revela la alta traición política y
los negocios que realizaba su protector. El combate tiene lugar allí de manera
desigual y desventajosa para Astarloa, quien apenas se defiende con un florete
de aficionado. Es el Diablo el que reprocha su credulidad y desinterés por el
mundo en el que vive. Pero finalmente, en un momento de suprema intuición, el
maestro asesta una la estocada, la más perfecta surgida de la mente humana,
mientras en la calle se oyen gritos de libertad, por la abdicación del trono y
la toma del poder por una alianza liberal e izquierdista. La novela, que revela
un conocimiento profundo de este arte milenario, es una hermosa parábola del
héroe hidalgo que ya no sale a los caminos para reparar entuertos, pues los
molinos los lleva adentro, en una época en que va quedando atrás el espíritu de
la verdadera nobleza. NELLY ROCIO AMAYA
MÉNDEZ.
Comentarios