EMMA, Jane Austen


Jane Austen
EMMA, traducción de José María Valverde. Barcelona: Mondadori, 2006, 510, págs.

Tema: la vida de una mujer joven de una próspera provincia de Inglaterra, que intenta que el mundo corresponda a sus ideas, haciendo de Celestina entre sus amigos y conocidos.  Después de cometer errores y ocasionar daños, recapacita y encuentra su lugar al lado del hombre del que menos esperaba sentirse enamorada.

Esta novela de Jane Austen, considerada una de las obras maestras de la narrativa del siglo XIX, nos muestra una problemática femenina y peculiar de la época, en que la mujer que ha logrado cierta posición social y una educación refinada, se debate entre sus propios prejuicios y conceptos sobre lo que debe ser el mundo y la realidad que la rodea, sin encontrar algo que la satisfaga completamente.

La autora (1775-1817) una inglesa nacida en la parroquia de Steventon, Basingstoke, representa una transición en la literatura inglesa del neoclasicismo al romanticismo, cuyo estilo esteticista y sentido de observación psicológica y humana, iría marcando su propia evolución desde sus primeros trabajos recogidos en el libro Amor y amistad, y otras obras (1790), hasta sus obras de madurez en la que encontramos Juicio y sentimiento (1811), Orgullo y prejuicio (1813) y Emma (1816), entre otras reflexiones sobre el quehacer novelístico.

La historia nos habla de Emma Woodhouse, una joven mujer, rica, inteligente, culta, y talentosa, que vive con su padre en Highbury, aldea de Hartfield, y ha sido criada con un gran concepto sobre sí misma.  Admirada por quienes la rodean, se siente “dueña de sí misma”, y un poco responsable de que el mundo marche como debiera.  Cuando su institutriz, amiga y confidente señorita Taylor, decide contraer matrimonio, Emma se enfrenta al vacío de su propia vida e intenta manipular los sentimientos e intervenir en la vida de los demás, haciendo de Celestina de cuantos amigos o conocidos existen.

Pero en realidad, pese a su extraordinario talento, Emma no encuentra su lugar en ningún sitio y ningún pretendiente colma suficientemente sus aspiraciones, además porque pensaba no tener suficientes motivos para casarse y sentirse enamorada, ya que: “una mujer sola con buena fortuna siempre es respetable, y puede ser tan sensata y agradable como cualquier otra” p.95). Mas bien se siente inclinada a arreglarle la vida a todo el mundo señalándoles su propio camino. 

Así, se empeña en educar a Harriet Smith, una bella joven de origen incierto, para elevarla de posición y casarla con el señor Elton pese a sus verdaderos sentimientos. La muchacha se ilusiona sin que llegue a concretarse la unión; luego intentará con Frank, admirador suyo, pero fracasa de nuevo en su intento, convirtiéndola en la víctima de sus propios desvaríos, en medio de enredos, confusiones, decepciones que ocasiona en aquellos que sucumben a su inteligencia y su fuerza de persuasión.   Tan sólo el señor Knightley, amigo de la familia y quien la conoce desde que niña, tiene la suficiente objetividad para censurarla y hacerle ver la falta de juicio en muchas de sus apreciaciones.  A la postre, cuando los errores que comete y los daños que ocasiona, le hacen perder poco a poco la confianza en sí misma, se revelan sus verdaderos sentimientos hacia su natural contradictor, encaminando felizmente su vida.   

Es una novela interesante, cuyo estilo esteticista de minucioso detalle y cierto tono intimista, retrata muy bien la vida social de la época, con sus costumbres y moral rígida basada en las conveniencias, que oculta las verdaderas motivaciones y sentimientos que afloran en donde menos se piensa, y nos hacen ver que el mundo no siempre es como quisiéramos que fuera.  NELLY ROCIO AMAYA MÉNDEZ.


  
 


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