SIEMPRE FUE INVIERNO, Piedad Bonnet
PIEDAD BONNET, Siempre fue invierno.
Bogotá: Alfaguara, 2007. Págs.
Esta novela de la escritora colombiana
Piedad Bonnet aborda el tema de la violencia de la década de
los 80 en Colombia, desde un punto de vista existencial a través de la vida de dos personajes, Ángel y
Franca, quienes por circunstancias diferentes, llegan a la marginación, el ocultamiento y la venganza personal, en la búsqueda de valores más auténticos como la libertad y la autonomía en una socidad conflictiva.
La autora, como en un estudio sociológico, nos muestra los conflictos inherentes a la condición social de los personajes, pero que se identifican en esa búsqueda de sí mismos y en creer en un modelo social diferente. Así, Franca, joven pequeño-burguesa inteligente y con una formación profesional, se ve atrapada en la red de un matrimonio de conveniencia, siendo víctima de la violencia de su cónyuge quien le impone la regla asfixiante de los compromisos sociales y familiares. Y Ángel, es un médico becado en Rusia, de origen humilde y campesino quien al regresar al país, se debate entre la lucha por la supervivencia y sus ideales revolucionarios que le pesan como su mala conciencia. Cuando conoce a Franca, ambos se sientes atraídos por el misterio que encierra cada uno e inician una relación plena de incertidumbres y descubrimientos.
Mientras Ángel trabaja en un Hospital público en condiciones deplorables, busca mejorar su condición económica escribiendo cuentos para enviar a un concurso, mientras le martillea el camino “revolucionario” que toman sus propios compañeros, haciéndolo sentir cobarde y peligrosamente “insolidario”, además de mezquino con aquellos a quienes debe odiar. El mismo había vivido desde muy niño el abandono de su madre exponiéndolo a la miseria, el desarraigo y la violencia, cargando el fantasma de una primera experiencia homosexual en un internado a donde fue llevado por su abuela. Luego en Rusia sufrirá su primera decepción amorosa al ser marginado por su origen latinoamericano.
La autora, como en un estudio sociológico, nos muestra los conflictos inherentes a la condición social de los personajes, pero que se identifican en esa búsqueda de sí mismos y en creer en un modelo social diferente. Así, Franca, joven pequeño-burguesa inteligente y con una formación profesional, se ve atrapada en la red de un matrimonio de conveniencia, siendo víctima de la violencia de su cónyuge quien le impone la regla asfixiante de los compromisos sociales y familiares. Y Ángel, es un médico becado en Rusia, de origen humilde y campesino quien al regresar al país, se debate entre la lucha por la supervivencia y sus ideales revolucionarios que le pesan como su mala conciencia. Cuando conoce a Franca, ambos se sientes atraídos por el misterio que encierra cada uno e inician una relación plena de incertidumbres y descubrimientos.
Mientras Ángel trabaja en un Hospital público en condiciones deplorables, busca mejorar su condición económica escribiendo cuentos para enviar a un concurso, mientras le martillea el camino “revolucionario” que toman sus propios compañeros, haciéndolo sentir cobarde y peligrosamente “insolidario”, además de mezquino con aquellos a quienes debe odiar. El mismo había vivido desde muy niño el abandono de su madre exponiéndolo a la miseria, el desarraigo y la violencia, cargando el fantasma de una primera experiencia homosexual en un internado a donde fue llevado por su abuela. Luego en Rusia sufrirá su primera decepción amorosa al ser marginado por su origen latinoamericano.
Por otro lado, Franca, educada dentro de rígidas normas morales que no alcanzan a domeñar el temperamento rebelde y díscolo, se muestra inconforme con el medio social, permitiéndose una aventura amorosa antes de casarse, para probar su libertad. Por eso, cuando conoce a Ángel, este le muestra un mundo social que desconoce y sin darse cuenta, le da rienda a sus instintos transgresores, guiándose por sus propias obsesiones, aquellas que toman la forma de deseo, pues vivir el presente acaso constituye la única forma de libertad posible. De esta manera la vida de cada cual busca apoyarse en sus propios horizonte ya sea intelectuales o pragmático-revolucionarios de acuerdo a su historia. .
Finalmente la vida de Ángel se complica al
verse involucrado al colaborar en la organización clandestina comandada por un antiguo compañero de universidad que realiza acciones terroristas y practica el
secuestro de personalidades de la vida pública.
Así, vive la desaparición de sus compañeros, y se enfrenta a hostigamiento
por parte del Ejército, hasta que es detenido y torturado, hasta convertirse en un delator.
Cuando sale del cepo, se entera de la muerte de su hermano sindicalista y resentido trata de asesinar a Franca, quien mantiene relaciones con otro hombres que le resultan “interesantes”, quien padece los recurrentes mareos y la intoxicación como efecto del veneno que le suministra, pero ella se salva. Al final vemos a Ángel aún más sombrío y agobiado por la culpa, mientras ella, a los 50 años, madura, parece haber recobrado su vida.
Cuando sale del cepo, se entera de la muerte de su hermano sindicalista y resentido trata de asesinar a Franca, quien mantiene relaciones con otro hombres que le resultan “interesantes”, quien padece los recurrentes mareos y la intoxicación como efecto del veneno que le suministra, pero ella se salva. Al final vemos a Ángel aún más sombrío y agobiado por la culpa, mientras ella, a los 50 años, madura, parece haber recobrado su vida.
Así, con estas dos historias, se cuestiona la posibilidad de una solidaridad verdadera entre personajes de diferente extracción social, pues cada uno ve salir a flote el lado oscuro de los propios instintos, pero además nos deja ver otra realidad compleja y actual como es la frustración de toda una generación que pese a sus ideales revolucionarios, tiene que conformarse con un medio mediocre que le imposibilita toda realización. Acaso, por ello, la mujer emprende la conquista de su libertad sexual. para tratar de darle forma a su propio inconformismo.
La historia, parece verosímil, con momentos de tensión y juegos eficaces con el tiempo narrativo, cuyas descripciones se destacan al ser reveladoras de la condición de sus personajes tanto físicas, morales, como espirituales. De esta manera se explora eficazmente el ambiente político de una época, en donde "es común encontrar gente que te rechaza porque perteneces a un mundo que odia 'a priori'". Es una novela que hace alarde de madurez narrativa y que consolida a su autora, poeta y narradora, como una de las voces indispensables de nuestra época.
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