LA POSMODERNIDAD LITERARIA NO ES TANTO EL ASUNTO DE UNA ÉPOCA SINO DE ETHOS

Publicado originalmente en LITTERAE, Revista de la Asociación de Exalumnos del Seminario Andrés Bello, Número 11. Diciembre de 2002. Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo.
Conocí al profesor Jorge Iván Parra en el posgrado de Crítica Literaria ofrecido por el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, que valga la pena decir, fue la primera especialización que se hizo en el país sobre este importante campo de los estudios culturales, del que nos graduamos apenas cuatro (4) estudiantes, incluéndome yo misma. Pero siempre recuerdo el tono de escepticismo que mantenía Parra frente a la Academia, pues ya había pasado por ella, nos decía, y quería librarse de tanto modelo teórico que había obnubilado su verdadero interés por la literatura que era la de ser un lector de obras para poder hablar de ellas, así, a secas. Solo quería, entregarse a su lectura gozosa de las obras. Por eso, el libro resulta ser una provocación directa para entrar en el mundo literario sin preámbulo alguno, siendo él mismo un empedernido lector como docente del Gimnasio Moderno, por muchos años, en donde habia sabido difundir en sus alumnos este fervor por las letras, siendo una caja de resonancia de ideas propias de los autores. Cuando leemos el libro, bellamente editado e ilustrado por el Fondo de Publicaciones del Gimnasio Moderno, se ponen de manifiestas las preferencias electivas del autor, no exentas, sin embargo, de valorción crítica. En cada capitulo, el autor nos va entregando sus obsesiones íntimas y sus propias claves intertextuales (recordando con ello a Julia Kristeva, quien en su teoría Literaria de 1967, ya acuñaba el término con tan diversos significados que aún hoy en día siguen estando vigentes)que no son más que las referencias más íntimas del profesor Parra en su ejercicio juicioso y atento de lector, matizadas con un gran acopio de datos históricos y anecdóticos qe orienal al lector sore el proceso de composición de las obras, ubicándolas dentro de un panorama general. Pero no es exagerado decir que parece que agotara literalmente todas las obras con su capacidad de intepretación de cada uno de los autores que comentaa, lo cual no deja de ser excepcional hoy en día, cuando se pretende hacer crítica con desconocimiento total de las obras. Así desfilan ensayos sobre Carlos Fuentes, Oscar Wilde, Robert Lois Stevenson, José Saramago, Günter Grass, Gao Xingjian, V.S.Naipaul,Imre Kertész, José Asunción Silva, César Vallejo, José Lezama Lima, Jorge Luis Borges, William Shakespeare y. Javier Marías, entre otras reflexiones sobre el romanticismoa alemán, la literatura frente a la posmodernidad y la educación a partir de la literatura. Cuando. habla de Carlos Fuentes, se refiere a su novela Terra nostra, según él, la más bella y descomunal que se haya escrito en lengua española después del Quijote. Además de ser un monumento neobarroco que reproduce la historia del mundo en sus últimos veinte siglos, con su tejido polifónico de voces entreveradas de tiempos y espacios o personajes. De esta obra registra el autor, en su arquitectura, ochenta personajes que desfilan por sus ochocientas páginas y revela algunos trucos narrativos. Igualmente, como verdadero ejercicio de reescritura de la historia, se mencionan las novelas Gringo viejo (1985), La región más transparente (1958) y Cambio de piel (1967). Igualmente el mexicano examina la historia en novelas como Ceremonias del alba (1991),La muerte de Artemio Cruz (1962) y su más reciente novela del mommento Los Años con Laura Días (1999), que se desenvuelve en el México posterior a la revolución, aunque otras geografías también están presentes en su narrativa. Pero para Parra, no existe un es escritor latinoamericano tan comprometido con la historia como Fuentes. HABLEMOS. DE LITERATURA CON EL PROFESOR JORGE IVAN PARRA Reseña sobre su libro publicado en Bogotá por el fondo de Publicaciones del Gimnasio Moderno, 1993, 239 páginas. , Otro autor de su preferencia, es Oscar Wilde, escritor inglés acusao y condenado por "inmoral" en un juicio tristemente célebre. Pero Parra destaca su talento para superar lo escrtito en el siglo XIX, pues no hubo género literario que le fuera esquivo. Asín, en la novela El retrato de Dorian Gray (1891) se ve la inflluencia de la novela gótica, policíaca y de terror, así como e manejo del doblee propio de la novela psicológica. En las obra De produndis, la epístola In carcere et vinculis y La balada de la cárcel e Reading, Parra analiza elementos autobiográficos que resultan muy reveladores, por e interés literario que pueden representar. Y sobre este autor, nos entrega una fresca apreciación de su contribución a la modernidad misma. No es casual que hable de una obra como La Isla del Tesoro de Stevenson como una de sus formas de felicidad. Como gran lector de libros de aventuras incluso, Parra no encuentra en ningún otro libro una muestra de acción tan vertiginosa, ni un suspenso y/o emoción tan prolongados. Después de este recorrido por su obra, nos abre un abanico de autores predilectos, muchos de los cuales han sido ganadores de los premios Nobel y que se pueden citan poco a poco. En primer término, el portugués José Saramago, cuyos heterónimos nos llevan al terreno mismo de la ficción autoral con Camoens, Eca de Queiroz, Miguel Torga, LoboAntunes y Fernando Pessoa. Del autor destaca la obra Alzado del suelo (1980), que ejemplifica su trayectoria, y El año de la muerte de Ricarde Reis (1985), obra en la que se despliegan todas las viruades poéticas, fabuladoras y hasta metafísicas del autor; luego termina con Memorial del convento (1986), obra que recuerda Paradiso, Cien Años de Soledad y Terra Nostra. En segundo término, otro ganador de Nobel es el autor alemán, Gúnter Grass, con su famosa "trilogía de Danxg y demás obras. Sobre esta obra nos señala importantes apreciaciones literarias que nos resumen su propuesta narrativa y poética. Pero luego sigue con el chino Gao Xingjian, escritor exiliado por el régimen comunistsa, cuyas obras destaca El libro del hombre solo y la Montaña del alma(1989) como unas obras que ponen de presente una estética realista y son verdadera lección de creatividad ceñida a unas condiciones históricas concretas. En cuarto término, nos habla de la obra del indio Vidiadhar Surajprasad Naipaul, con su escritura de la multiculturalidad, haciendo un análisis de obras como el enigma de la lleada (1987), La pérdida del Dordo (1969) e India, una civilización herida (1990). En quinto término mencioemos la obra del húngaro Imre Kertész, acerca de quien destaca su ensayo Un Instante de silencio en el paredón, obra que valdría la pena destacar por su calidad literaria que nos entrega una verdadera lección de ética moral. Pero este viaje no termina aquí, sino que Parra se detiene a hablar de la obra de autores más cercanos como e bogotano José Asunción Silva o el peruano César Vallejo. Pero hace una exhibición de conocimiento crítico y estilística con la obra del cubano José Lezama Lima, cuyo sistema poético del universo analiza a través de la imagen en sus novelas Paraidos y Oppiano Licario. También están sus reflexiones sobre los ensayos Las eras imaginaria y la cantidad hechizada, pueds éste es uno de los poetas en quienes más ha profundizado críticamente para ir ganando en claridad comprensión del genio del barroco americano, quien vivió sin salir de su. Habana natal, siendo el más universal que se pueda imaginar. Finalmente, destacaremos los comentarios críticos que hace de la obra de Jorge Luis Borges, autor que conoce de sobra y sobre quién versó su tesis de Maestría en el Instituto Caro y Cuervo hace muchos años (mucho antes de haber paado yo misma por el Instituto). Lo. interesante, es que al hablar del autor argentino, deja a un. lado el academicismo o jerga inintelible, pues Parra sabe rumiar y saboear lentamente la obra de un autor, que invoca con siete palabras máginas: los espejos, el laberinto, el destino, el oriente, los sueños, la biblioteca, el tigre. Igualmente, cuando se detiene a hablar de "Shakespeare", donde hace interesantes apuntes de la literatura inglesa, así como en sus "Apostillas al espíritu romántico", resultan reveladoras sus apreciacciones con un gran sentido didáctico para quienes deseen incursionar en los grandes poetas del siglo XX. Para terminar, quisiera mencionar al escritor Javier Marías, del que Parra menciona sus reflexiones. sobre "La literatura frente a la post-modernidad. En este ensayo comienza con un compendio de las obras que fueron claves o dieron un paso definitivo hacia la modernidad. Sobre esto menciona estas interesantes relaciones: De Cervantes a Shakespere o Silva, Rivera y Sanín Cano, pasando por Darío y Lugones. La tesis de Parra es la siguiente: Muchas obras de las obras vanguardistas traían ya el germen de lo que sería su antítesis, por lo que es difícil hablar de literatura posmoderna. Así entendida la reflexión de Parra, resultan posmodernas obras como Ficciones de Borges, Rayuela de Cortázar, La tejedora de Coronas de Germán Espinosa, Terra nostra de Fuentes y la obra del mismo Javier Marías, con sus propuestas Libro de incisos y Novela en clave, entre otras. ¿Será verdad que la posmodernidad literaria no es tanto asunto de época sino de ethos? En todo caso, sabemos que tampoco hay concenso entre los posmodernistas sobre el valor de lo moderno. El libro termina con unas importantes relexiones sobre el papel de la educación y su. función en la integración de los saberes, que se la dejo a los lectores de este interesante libro.

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